El sueño

Dicen que para conciliar el sueño, primero hay que estar cansado. Lastima que ante la generalidad del ocio, esto nunca ocurra, consiguiendo así unas pesadas ojeras y otras cosas más.
Nadie que yo conozca, ha sido capaz de soportar mas de dos días sin cerrar pestaña, y yo no soy la excepción ya que el día jueves, trate de mil maneras cansarme para lograr pegar mis parpados para que en la madrugada, aquella tan esperada madrugada, lograra darme tumbos desde la cama al suelo, para comenzar a funcionar como la maquina que pretenden que sea, bastante fue mi alegría al notar que resulto.
A medio morir saltando, entre la nulidad de mi visión y la torpeza de mis extremidades, baje un pie a la vez de la cama, con tal rapidez, que no se como llegué a la ducha, y menos recuerdo como me vestí, de lo que sí me acuerdo, es que tenia hambre, sueño y un frió que me calaba los huesos.

Con mi padre, igual de somnoliento que yo, esperábamos mi partida por todo un glorioso día, tratábamos de mantenernos despiertos, para no caer abruptamente al suelo, que con una voraz sonrisa, nos llamaba no solo a nosotros dos, si no que a mis compañeros, les ofrecía tentadoras almohadas de pasto y cemento, pero es claro, siendo ellos, no prestaban mayor atención y solo parpadeaban para cubrir su ojos de los fuertes flashes que atacaban la semi oscuridad que ofrecía el frontis de un colegio, que en unas horas, volvería a recibir a un puñado de estudiantes para terminar una agobiante jornada, esta vez, sin nosotros.

Se acercaba el momento en que el bus arrancaba con un ganado prestado en su lomo, los indicios de sueño se exhibían en su totalidad, los profesores que acompañaban intentabas mostrarse enérgicos y felices, ocultando que ellos, tenían mucho más sueño de lo que Diego había guardado en su reserva.
No paso una media hora, serian unos 20 minutos y uno a uno, comenzaron los cabezazos hacia los asientos, las ''acurrucadas'' y los frenéticos intentos para estar despiertos, pero como dije antes, un no conozco a nadie que pueda aguantar dignamente este tan nombrado estado. Es valido decir que la oscuridad presente contribuyo en demasía.