1. El sueño
  2. Sobre las ruedas de Astorga
  3. SobeAdrenalin pucho
  4. Comida en Remate
  5. Son ahora Adultos
  6. Tengo hambre profe
  7. Era popeye al cuadrado
  8. ICE COLD




El sueño

Dicen que para conciliar el sueño, primero hay que estar cansado. Lastima que ante la generalidad del ocio, esto nunca ocurra, consiguiendo así unas pesadas ojeras y otras cosas más.
Nadie que yo conozca, ha sido capaz de soportar mas de dos días sin cerrar pestaña, y yo no soy la excepción ya que el día jueves, trate de mil maneras cansarme para lograr pegar mis parpados para que en la madrugada, aquella tan esperada madrugada, lograra darme tumbos desde la cama al suelo, para comenzar a funcionar como la maquina que pretenden que sea, bastante fue mi alegría al notar que resulto.
A medio morir saltando, entre la nulidad de mi visión y la torpeza de mis extremidades, baje un pie a la vez de la cama, con tal rapidez, que no se como llegué a la ducha, y menos recuerdo como me vestí, de lo que sí me acuerdo, es que tenia hambre, sueño y un frió que me calaba los huesos.

Con mi padre, igual de somnoliento que yo, esperábamos mi partida por todo un glorioso día, tratábamos de mantenernos despiertos, para no caer abruptamente al suelo, que con una voraz sonrisa, nos llamaba no solo a nosotros dos, si no que a mis compañeros, les ofrecía tentadoras almohadas de pasto y cemento, pero es claro, siendo ellos, no prestaban mayor atención y solo parpadeaban para cubrir su ojos de los fuertes flashes que atacaban la semi oscuridad que ofrecía el frontis de un colegio, que en unas horas, volvería a recibir a un puñado de estudiantes para terminar una agobiante jornada, esta vez, sin nosotros.

Se acercaba el momento en que el bus arrancaba con un ganado prestado en su lomo, los indicios de sueño se exhibían en su totalidad, los profesores que acompañaban intentabas mostrarse enérgicos y felices, ocultando que ellos, tenían mucho más sueño de lo que Diego había guardado en su reserva.
No paso una media hora, serian unos 20 minutos y uno a uno, comenzaron los cabezazos hacia los asientos, las ''acurrucadas'' y los frenéticos intentos para estar despiertos, pero como dije antes, un no conozco a nadie que pueda aguantar dignamente este tan nombrado estado. Es valido decir que la oscuridad presente contribuyo en demasía.

Sobre las ruedas de Astorga

Raudo caminaba el bus con unos jóvenes entusiasmados por lo que las horas deparaban, podrían ser experiencias, sensaciones y en fin, un millar de cosas que se quedarían grabadas en la cabeza de cada uno de distintas formas, eran ya como las 6:15 y varias cabezas se asomaban curiosas por los lúgubres vidrios laterales del bus con los ojos rojos y parpados chinos, provocados naturalmente por la carencia de sueño.
Los juegos en el final, se pusieron de moda, era el mejor método para olvidar que el tiempo estaba pasando y que el cansancio se estaba marchando, fueron horas de risotadas tan explosivas como las del ausente Omar, pero seguían teniendo el mismo efecto, aquel que provoca que sea quien sea, en el estado que sea, como sea, se contagie de esta riza, tan metódica, que solo llega con habladurías sobre las incoherencias de esta sutil vida.

De pronto, desde la nariz de el animal cuadrúpedo de varias toneladas, se ve acercarse una sombra un tanto robusta, grande y jugando con un caminar de lado a lado, que daba la impresión de mareo, era el arriero de todo el ganado, era el profesor, el cual, igualmente fascinado con la aventura a emprender, fue a hacer vida social con el resto, a compartir el sueño y los ojos pesados y no como aquel personaje que estuvo varios años en la universidad para obtener un título sino, como aquel que entro al colegio junto con ellos, fueron horas de diferencia la que separan a este personaje y a aquellos que lo miraban desde sus asientos, ya pasaron muchos segundos, y el sol, con su rojo incandescente comienza a despertar la alegría del entono, a mover al dormido país y si esto no basta, a mostrar las bellas caras que se estampan en varias fotografías tomadas.
No solo los rostros envolvían el ambiente, también existía un verde muy pronunciado, una vegetación casi extinta en los libros, una cantidad de vaivenes inmaculadas y los cerros, aquellos que solo vemos al mirar al horizonte, esta vez, muchos los veían a su derecha, junto con grandes prados con grandes posones, llenos de una fangosa y cristalina agua de lluvia, verde en su limpieza, atractiva y suculenta.

El sol ya afloro, quedaba una hora para el ingreso al colegio, y el profe’ dio el aviso de esta tan magnifica noticia, la cual revoluciono a los pasajeros de los asientos 37- 43, despertando a todo aquel que intentó juntar los parpados para no estar fatigados en el viaje – eso causo enojo – y se acercaba el minuto de la primera parada ‘’sorpresa’’.

Sobe adrenalinpucho

El mundo estaba agitado, los profes’ desconcertados de toda la energía que irradiaban estos jóvenes, a tan altas horas en la mañana, no dudaban en ningún segundo, de que el animo es totalmente independiente a la condición física, es como decir que son variables matemáticas o algo así, ya las piernas estaban tullidas, y los estómagos fríos, era el minito de un café, un chocolate, o algo así, gloria a san chofer por que paro en traiguen, en un local donde era todo, extrañamente raro, lo que debía estar barato estaba caro, y alverre, algunos se bajaron bajo la angustia que provoca el alquitrán, otros ante la necesidad impetuosa de un café, y otros simplemente, por un llamado urgente del interior del organismo, siento este ultimo el mas recurrente entre los asistentes.

Ante la necesidad impetuosa que me albergo de sentir energía, mi bolsillo tirito con la idea de adquirir un café pero, al evidenciar que habían bebidas energéticas, y hay, ocurrio un desmayo.

Todos, a pesar del frió existente, descendieron del búfalo aluminizado, para estirar sus extremidades y respirar un aire diferente, el cual, tenia un algo, y ese algo provoco que los ánimos se multiplicaran por si mismos, y los resultados fueron mas que notorios para los ausentes.
Fin del primer descanso, ¡todos abordo! –

Comida en Remate

Después de una frase, contada por un chiste previo, los ánimos seguían exactamente iguales a los existentes las 5:15 a.m. todos de distintas formas llegamos a concepción en un travesía bastante única, y de todo, la mejor noticia fue, ordénense que vamos a la casa de la abuela de la carito a tomar desayuno.
Echo este comentario, todos sentían el calor de un café y un pedazo de pan entre los dedos, se aumentaban las ansias de un baño con jabón y toallas, y el abandonar el bus.
No se como estuvo aquel desayuno que dejo sin comida a los parientes de la caro, pero si se, que de un momento a otro, me vi con un pan con jamón en la mano el cual estaba rico, como aquellos que se comen al lado de la estufa en casa, durante esos minutos, no existía otra persona, otro objeto, que no fuera aquel pan de cuadrada forma, envuelto en una blanca servilleta que desaparecía gradualmente en mi boca.

Ante la situación, varios caminaron a buscar un negocio, cosa que aprovecharon varios para aspirar el frondoso aire que ofrecía una plaza al lado del bus, sobretodo el Gooneonewebone y compañía.
El tiempo paso muy rápido, y el pan que tanto observe, se acabo, todos se estaban agrupando, menor panxo y ramonsito, quienes se encontraban lejos por que fueron a comprar, y se pasaron en su decisión, al parecer había mucho.

Otra vez, al bus, próxima parada, lota, chile histórico, Chiflón Carlos, tierra de vidas pasadas.

Son ahora adultos… (Mirada personal)

Llegamos a un concepción para mi desconocido, aquella cuidad tenia algo escondido, me pareció extraño que ya las risas no me importaban, el mirar por aquel vidrio me restregó una realidad que en la televisión y en los relatos no aparece, y desde hay, el viaje tomo otra perspectiva dentro de mi cerebro.

Como puedo describir lo que mis ojos absorbían, las imágenes de fatiga, las caras perdidas mas abajo del cemento, la tierra y las piedras, la oscuridad del entorno más la poca luz que ofrecía el nublado día, que amenazaba con aguar las intenciones de los viajeros, el recorrer las calles hasta el borde costero, dejo una impresión de sumisión marcada en todo, desde los animales hasta las casas, que paso ahí que nadie me contó, que pensaran aquellas personas que de reojo miraban el bus, y volvían a inclinar su cabeza, tratando de ocultar la angustia que por sus poros irradiaba y contagiaba, tanto así, que mi alegría quedo de lado ante tanta extrañeza, el mirar por aquel pedazo de transparencia, guardo toda felicidad hasta ese minuto.

Lota, una ciudad que por si sola, pudo llevar a este país, en principios del siglo XX a ser una potencia económica, estaba cubierta por un alero de rendición ante una situación intangible, oculta a la mirada de quienes estaban a mi lado, la calle se termino, a lo lejos, vi el mar, un bus de otro colegio, lluvia y a un extraño dentro del bus, era un guía, ex minero, que daba instrucciones previas antes de bajar al forado que violó hace tantos años, la integridad de la tierra y la humana.

Al bajar del bus, mis ánimos seguían extintos, trataba de guardar la mayor cantidad de imágenes en mi cerebro como este fuese capaz, al ver que esto era fructífero, desvié mi atención del grupo, no retenía ninguna información, solo las fotografías que mi cerebro tomaba.
Llego el minuto en que tocaba bajar a las entrañas de la tierra, estaba preocupado, tenia algo de temor ante la situación que se venia, mi problema de ahogos me tenia al borde de los nervios, sentí temor, quizá estaba en las mismas condiciones que Baldomero, pero, a comparación de el, yo tenia y podía bajar.
El guía fue minero, como todos los que trabajaban ahí, me llamo la atención el entusiasmo que tenia al guiarnos, como si para el, fuese un honor tenernos ahí abajo, bajo tantos metros y aún sabiendo que nos tenia a todos en su espalda, no pareció importarle.
El recorrido fue de una hora mas o menos, siempre acompañados de el fantabuloso guía, que daba datos históricos y tecnológicos, de los mineros pioneros y los últimos, retrataba leyendas y cuentos como que ahí, habitaba el diablo, que un minero había hecho tratos con el, etc.
Todos parecían estar ahí en ese minuto, pensar en lo que contaba el guía, y solo en ello, no escuche a ninguno decir, esto apareció en el libro, esto lo ley, esto aquello, cosa que yo hice, trataba de encarnar aquellas vivencias que en unas hojas de papel romeo, tantas veces leí, y la salida de aquel ducto de mineral, fue aun peor, tenia las piernas cansadas de no se que, aquella visita, me afecto de una extraña forma.
La visita al pueblo, y a la pulpería, fue aun peor, aquellos conventillos transformados en museo, daban la sensación de burla, todos fotografiaban y mostraban caras de alegría, retrataban caras absurdas con objetos que muchos usaron en su común vivir, impregnándolos de todas sus alegrías, y sus paupérrimas condiciones, nadie vio ahí lo que se debía ver, nadie recordó lo que hay paso en 1900 hasta 1990, casi 100 años de infortunio se plasmaban en la tierra ya hecha fango, en el pasto resbaloso y en los vidrios rotos, que daban la sensación de miseria.
Partir de ese lugar, volvió la tranquilidad a mi cabeza y sentimientos.

Tengo hambre profe.

El tiempo pasaba, los viajeros del curso estaban hambrientos, el caminar y el mantenerse activos desde tan temprano causo la peor de las consecuencias, VACIAR a cardemil, cosa que la gran mayoría no vio, por que estaba sentado en una punta, al lado del profe, a la izquierda de nacho, al frente de rana y mió, estábamos en el mercado de degustación de lota, llegamos mojados hasta los dedos del pie, goteábamos como verdaderas canaletas, pero aún así el hambre y el frió no extinguían los brincos que con tanto ahínco nos impulsaban a la mesa, y la libre decisión de que comer motivó varios a aventurarse con platos extravagantes como bistec y otros, y la ausencia de padres, motivo la sublevación de otros, al llevar a sus labios, copitas tan ínfimas que no se alcanzaba a distinguir, el ponche de erizo causo controversia y embriagues, no en el sentido estricto de la palabra, pero imagina.
Por primera vez veo a todos con quienes vivo hace tantos años, convivir juntos sin importar que carajo pasaba en la sala, las emociones de unión no se hicieron esperar y todos cantaban y se burlaban de las situaciones y rescataban esas horas, aquellas horas que a todos por igual unieron, como nunca, todos en el mismo destino.
Paso el frió, paso de todo, hasta hubo un casi incendio (grande juaco) al lado de la pantalla lcd que estaba sujeta a la pared en el lugar, ya los estómagos estaban satisfechos, menos el de cardemil, y algunos caminaron al lado de una estufa, para algo secarse.